“Yamaha y MotoGP™ están listos para la retirada de Valentino Rossi. Ya no representa nuestro futuro”. Esas palabras, pronunciadas por el Director Gerente de Yamaha Motor Racing, Lin Jarvis, tocaron un tema que por mucho tiempo se consideró tabú.

Tarde o temprano, alguien escribirá las últimas palabras del que ha sido un capítulo increíble de la historia de los Grandes Premios del motociclismo de competición. Rossi ha sido una estrella para una generación, pero es lógico que Yamaha mire hacia adelante, incluso si el contrato del italiano de 40 años se prolonga hasta 2020.

“Un atleta sabe cuándo llega el momento de parar”, confiesa el 15 veces campeón mundial Giacomo Agostini. “Lloré durante dos días. Me despertaba a media noche soñando que pilotaba. Fue una pesadilla, pero por dentro sabía que era la decisión correcta”.

Y algunos de los comentarios recientes de Rossi sugieren que la popular historia de amor del italiano con la YZR-M1 podría estar llegando a su fin. “El problema puede ser el piloto o no”, dijo Rossi en Assen, lugar de su última victoria en 2017 y la pista donde su compañero de equipo Maverick Viñales se apuntó su primera victoria de 2019, con tres motos de Yamaha entre los cinco primeros.

“Todo son fases”, subrayó Jarvis. “Hasta 2010, Valentino nos trajo cuatro títulos -2004, 2005, 2008, 2009- así que cuando nos dejó [por Ducati], fue un gran impacto. Sería como si Marc Márquez dejara Honda en este momento. Fue algo importante.

“Ahora está en una etapa distinta de su vida y su carrera”, añadió Jarvis. “Con el debido respeto, él ya no representa el futuro de nuestra participación en MotoGP™”. Viñales y el destacado debutante Fabio Quartararo son el futuro de Yamaha.

Para los aficionados es otra historia. Ver cómo a Rossi -El Doctor- siendo derrotado es desgarrador. Es el tenaz símbolo de una era que no quiere llegar a su fin.

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